En el juicio celebrado en Aviñón contra 51 acusados de violación, Gisèle Pélicot, víctima de agresiones sexuales cometidas mientras su marido la drogaba, ha afirmado que decidió que el proceso se haga en público para que «se sepa todo» y ninguna otra mujer sufra una sumisión química. Pélicot, en su intervención ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, enfatizó que ha renunciado a la privacidad del proceso «en nombre de todas esas mujeres que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas». Su intención con su testimonio es evitar que más mujeres padezcan estas agresiones.
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