En la carrera por consolidar su liderazgo en la conducción autónoma, Tesla ha anunciado que sus próximos chips, AI5 y AI6, serán fabricados simultáneamente por Samsung y TSMC. Elon Musk ha confirmado que, aunque habrá diferencias físicas entre los chips producidos por ambas empresas, su comportamiento a nivel de software será idéntico. Esta estrategia de doble proveedor busca asegurar el volumen de producción, mitigar riesgos y fortalecer la capacidad negociadora en un sector donde la demanda de silicio supera la oferta.
El anuncio llega tras las declaraciones de Musk a finales de octubre, donde señaló que la planta de Samsung en Texas utilizaba tecnología ligeramente más avanzada que la de TSMC en Arizona. Finalmente, Tesla ha optado por mantener una producción dual desde el AI5 hasta el AI6, este último proyectado para duplicar el rendimiento del AI5.
El enfoque de “dos fabs, un mismo chip” se basa en la práctica común de diversificar la fabricación para garantizar plazos y volúmenes. Samsung y TSMC convertirán el mismo diseño lógico en silicio de formas distintas, aunque sin afectar el rendimiento del software de Tesla, asegurando una experiencia homogénea para usuarios y flotas.
Además de asegurar el suministro, esta estrategia otorga a Tesla mayor flexibilidad industrial, permitiéndole equilibrar costes y tiempos entre diferentes procesos de manufactura. AI5 promete ser “40 veces” más potente que su predecesor AI4, aunque sin especificaciones públicas aún. La producción está prevista para 2026, aunque algunos análisis sectoriales sugieren que podría extenderse hasta 2027.
Estos chips no solo alimentarán los vehículos autónomos de Tesla, sino también el robot humanoide Optimus y otros sistemas emergentes, aumentando la necesidad de producción a gran escala. Con dos fábricas funcionando en paralelo, Tesla busca minimizar riesgos y asegurar un flujo constante de obleas.
En cuanto a Nvidia, aunque Musk afirma que estos nuevos chips serán más económicos y eficientes que las GPUs de referencia, es esencial recordar que Tesla fabrica ASICs específicos para sus necesidades, mientras que Nvidia se centra en una gama más amplia de aplicaciones. La verdadera prueba de estas afirmaciones llegará cuando los chips pasen del prototipo a la producción en masa y se publiquen los benchmarks oficiales.
Tesla tiene un ambicioso calendario por delante, con AI5 programado para producción en 2026 y AI6 previsto un año después. Aunque los detalles de AI7 son vagos, podría implicar cambios en nodos y socios a futuro.
En resumen, con esta estrategia de doble fabricación, Tesla no solo busca asegurar su posición en el mercado, sino también robustecer su infraestructura frente a fluctuaciones del sector, prometiendo una mayor resiliencia en una industria altamente competitiva.
