Un avance significativo en el tratamiento de tumores ha sido logrado por un equipo multidisciplinar de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este equipo ha diseñado nanovesículas que encapsulan microARN, pequeñas moléculas que pueden interferir en las cadenas de ARN mensajero de las células tumorales, ofreciendo así una nueva herramienta para combatir la propagación de estas células malignas.
Los detalles del estudio se han publicado en las revistas especializadas «Small» y «Advanced Materials». Nora Ventosa, investigadora del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) y una de las participantes en el estudio, explicó que las nanovesículas, o quatsomas, presentan una estructura de dos capas lipídicas cerradas, lo que les otorga estabilidad en el torrente sanguíneo y facilita su entrada en las células tumorales.
Estas nanovesículas pueden acoplarse con microARN y ser administradas por vía intravenosa para atacar tumores en órganos como el hígado o el pulmón. En su interior, el microARN interfiere con la proliferación celular y genes relacionados con la supervivencia del tumor, reduciendo así su crecimiento.
Las propiedades de las nanocápsulas, con un tamaño inferior a 150 nanómetros y una estabilidad en solución líquida de más de seis meses, son óptimas para encapsular microARN. Además, su sensibilidad ajustable al pH permite desencadenar respuestas específicas según el nivel de acidez del entorno. Ventosa destacó la capacidad de estas nanovesículas para ser diseñadas para el suministro de diversos ácidos nucleicos, siendo estables inclusive a temperatura ambiente.
El proceso de producción de las nanocápsulas, conocido como DELOS, ha sido optimizado para su aplicación en ensayos clínicos y es respetuoso con el medio ambiente, cumpliendo con las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) de la Unión Europea.
El estudio ha mostrado la efectividad de los quatsomas en casos pediátricos de neuroblastoma, un tumor extracraneal común y responsable del 15 % de las muertes pediátricas por cáncer. Los resultados indican que los quatsomas protegen al microARN de la degradación y mejoran su presencia en tumores del hígado, pulmón y neuroblastoma.
Además del ICMAB, en el desarrollo de estas nanovesículas participaron instituciones como el Vall d’Hebron Research Institute (VHIR-UAB), el Vall d’Hebron Institut d’Oncologia (VHIO), el Institut de Bioingeniería de Catalunya (IBEC), el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), la red CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), la empresa Nanomol Technologies SL, el Technion – Instituto de Tecnología de Israel y el Instituto de Sistemas Moleculares Complejos (ICMS).