En una reciente entrevista, una de las actrices de “El otro lado de la cama” reflexionó sobre su inesperada fama tras el estreno de la película. Reconoció que nunca se sintió cómoda con la etiqueta de «tía cañón» que le impusieron, describiéndola como incómoda. A pesar de los desafíos que trajo la repentina popularidad, expresa gratitud por haber sobrevivido al éxito abrumador del film, elogiado por su papel innovador en el cine español de principios de los 2000.
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