El barco de la Marina israelí que transportaba a miembros de la flotilla Global-Sumud, detenidos mientras se dirigían a Gaza, llegó al puerto de Ashdod con unos 400 activistas, incluidos 65 españoles. Israel considera la operación como el fin de una «provocación» y asegura que ninguna embarcación logró romper el bloqueo naval. El Mikeno, un barco aún no interceptado, permanece cerca de la costa de Gaza. Tras la detención, los activistas serán trasladados a una prisión en Beer Sheva y recibirán visitas consulares. Los detenidos pueden optar por firmar una deportación inmediata, lo que implica no poder entrar en Israel durante 10 años, para evitar un juicio. Sin embargo, algunos, como la eurodiputada Rima Hassan y la activista Greta Thunberg, no pueden elegir esta opción debido a restricciones previas. El proceso se ve afectado por la celebración del Yom Kipur, que paraliza la administración y tribunales israelíes. La ONG Adalah y el gobierno español proporcionan apoyo legal y diplomático a los arrestados.
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