El Roig Arena de Valencia abrió sus puertas con un evento musical destacando su diseño innovador para actuaciones en directo, con 20,000 asientos y tecnología de última generación. La inauguración incluyó un emotivo homenaje a Nino Bravo, donde diversos artistas reinterpretaron su repertorio, fusionando estilos como el bolero, bossa nova y flamenco. Pese a su éxito, el espectáculo generó críticas por la falta de reconocimiento a los compositores detrás de sus canciones. El recinto aspira a competir con los principales centros europeos, ofreciendo una plataforma a artistas de renombre internacional.
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