Donald Trump, quien siempre se vanaglorió de ser un pacificador, enfrenta el descontento de sus seguidores al considerar un ataque a Irán junto a Israel. A pesar de sus promesas de resolver los conflictos de Ucrania y Gaza, sus esfuerzos diplomáticos no han dado frutos. Recientes encuestas indican que el 53% de sus partidarios se oponen a la intervención militar en Irán, mientras que importantes figuras republicanas, como Thomas Massie y Tim Burchett, critican esta posible acción sin el respaldo del Congreso. Medios de comunicación y aliados anteriores, como Tucker Carlson y Marjorie Taylor Greene, también manifiestan su desacuerdo, preocupados por las implicaciones de una nueva guerra en Oriente Medio.
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