El 12 de diciembre de 2025, un grupo de investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, en colaboración con el Instituto Catalán de Oncología-ICO l’Hospitalet, ha dado un paso innovador en la prevención de enfermedades cardiovasculares con el desarrollo de una herramienta capaz de predecir el riesgo de ictus isquémico mediante el análisis de grasas en sangre. Este avance, publicado en la prestigiosa European Stroke Journal, pone en evidencia la correlación directa entre la calidad de las grasas consumidas en la dieta y la probabilidad de sufrir este tipo de accidentes cerebrovasculares.
El estudio ilustra que un aumento en la proporción de ácidos grasos saludables en la sangre, derivado de una dieta equilibrada, puede disminuir el riesgo de padecer un ictus isquémico en un 14%. Utilizando datos de la famosa cohorte EPIC, los investigadores estudiaron muestras sanguíneas de 438 pacientes que habían sufrido un ictus isquémico, comparándolas con las de otros 438 individuos sanos. Los resultados fueron contundentes: aquellos con hábitos alimenticios más saludables, medidos a través de un índice recién diseñado de concentración de grasas en sangre, presentaban un riesgo significativamente menor.
La herramienta desarrollada se centra en medir las grasas presentes en la dieta de los pacientes, integrando diferentes tipos de ácidos grasos en sangre para ofrecer una evaluación más precisa del riesgo cardiovascular. El estudio incluyó el análisis de nueve tipos diferentes de grasas; seis de ellas asociadas a dietas saludables y tres vinculadas al consumo de productos ultraprocesados, azúcares y alcohol.
El equipo de investigadores también aplicó sus conclusiones a la cohorte Framingham Offspring Study en Estados Unidos, corroborando una reducción del 17% en el riesgo de ictus en individuos que seguían dietas más saludables.
La Dra. Iolanda Lázaro, líder del equipo de investigación, resaltó la viabilidad de aplicar este índice en la práctica clínica diaria. Con un sencillo análisis de sangre, la herramienta ofrece a los profesionales de la salud una forma accesible para evaluar el estado nutricional de los pacientes y sugerir modificaciones dietéticas que podrían minimizar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente el ictus isquémico. El Dr. Aleix Sala Vila, coautor del estudio, enfatizó la importancia de esta herramienta para identificar y modificar hábitos alimenticios con el fin de prevenir enfermedades graves.
En un contexto donde la necesidad de mejorar las estrategias de prevención cardiovascular es cada vez más apremiante, este desarrollo proporciona una perspectiva innovadora sobre la influencia directa de la dieta en el riesgo de ictus, reafirmando que una alimentación saludable no solo mejora el bienestar general, sino que también puede ser crucial en la prevención de enfermedades potencialmente letales.







