Hace veinte años, Josep Maria Pou protagonizó en Barcelona la obra «La cabra o qui és Sylvia?» de Edward Albee, una polémica historia sobre un hombre que se enamora de una cabra, criticada por su sesgo machista. En la actualidad, dramaturgos como Jordi Casanovas intentan abordar el feminismo a través de obras como «Un menú tancat», mientras que las dramaturgas, con sus representaciones, desafían los estereotipos masculinos, presentando hombres ineptos y egoístas. Las nuevas masculinidades están presentes en el teatro, pero se cuestiona si realmente importan a las mujeres, destacando la necesidad de voces femeninas en estos debates. Los hombres buenos no han hallado su lugar en las grandes producciones.
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