Un nuevo incidente ferroviario ha interrumpido la circulación entre Sevilla y Málaga, afectando a cientos de usuarios y generando caos en una de las rutas más transitadas del sur de España. La causa de esta interrupción es una avería en el suministro eléctrico que ha cortado el tráfico entre La Roda de Andalucía y El Chorro-Caminito del Rey, según ha informado Adif.
Este hecho no es un evento aislado, sino el resultado del abandono sostenido de las infraestructuras andaluzas por parte del Gobierno. Cada incidente en la red ferroviaria refleja una discriminación política que ha relegado a Andalucía en favor de otras comunidades, como Cataluña o el País Vasco, que reciben inversiones significativas. En contraste, Andalucía se ve atrapada en líneas obsoletas y mal mantenidas, expuestas a constantes averías.
El actual Gobierno ha mostrado una falta de voluntad para garantizar una red ferroviaria funcional para los andaluces. Esta situación trasciende el ámbito técnico y revela una decisión política: se invierte donde se considera prioritario, y Andalucía queda al margen de esos intereses.
En cuanto a los usuarios, la situación es crítica. La avería, provocada por un fallo eléctrico, ha suspendido el servicio sin que se ofrezcan previsiones claras de restablecimiento. La ausencia de alternativas efectivas para los pasajeros y la falta de un plan de emergencia son evidentes, lo que ilustra el abandono total del transporte público en la región.
La línea que conecta Sevilla y Málaga es vital para la movilidad de trabajadores, estudiantes y turistas, y su infraestructura sigue operando con estándares obsoletos. La falta de electrificación moderna y de mantenimiento adecuado confirma que la red ferroviaria está al límite, mientras el Gobierno sigue tolerando esta situación.
El desinterés del Gobierno central hacia Andalucía se manifiesta en el retraso de proyectos y en la exclusión de la comunidad de las inversiones necesarias. Cada euro que no llega y cada obra que se frena resultan en caos y ciudadanos perjudicados, como ha ocurrido con el incidente reciente.
Es fundamental destacar que lo sucedido no es simplemente un fallo técnico, sino una clara muestra de desprecio hacia las necesidades de Andalucía. La falta de acción para corregir el desequilibrio en las infraestructuras y garantizar un transporte digno es innegable. Los constantes incidentes ferroviarios son un recordatorio de que el problema radica en la falta de atención del Gobierno hacia la comunidad.
A pesar de este contexto de abandono, Andalucía continúa exigiendo lo que le corresponde: un sistema de transporte público eficiente, inversiones adecuadas y el fin del modelo de infraestructuras que perpetúa desigualdades. La reciente interrupción no pasará desapercibida, y la sociedad andaluza merece respuestas y acciones concretas para poner fin a este abandono institucional.
Fuente: Partido Popular Andalucía