Un documental de 3 horas y media publicado por _Gamers Nexus_ en YouTube ha revelado un complejo entramado de contrabando de GPUs NVIDIA, corrupción institucional y tensiones geopolíticas que están redefiniendo la competencia global en inteligencia artificial.
Titulado _The NVIDIA AI GPU Black Market_, el documental expone las medidas de exportación de EE. UU. y cómo las GPUs han alcanzado un estatus estratégico comparable al del petróleo. Desde la llegada de la IA generativa y ChatGPT, la demanda de GPUs de alto rendimiento, como las NVIDIA A100 y H100, ha aumentado significativamente. Estas tarjetas son fundamentales para los modelos de IA a gran escala.
Con la prohibición estadounidense de exportar estas GPUs a China, el mercado negro floreció, inflando los precios de reventa hasta cuatro veces su valor original. El documental detalla cómo el contrabando se materializa: personas transportando GPUs en maletas o corporalmente, servidores camuflados, y ciudades como Hong Kong y Singapur convertidas en epicentros logísticos del tráfico.
Este fenómeno es impulsado por la necesidad estratégica de China de mantenerse a la vanguardia en IA, un objetivo difícil de alcanzar sin acceso a GPUs de NVIDIA. El documental señala que instituciones chinas habrían facilitado el contrabando para preservar su competitividad en este campo.
La escasez de GPUs también ha llevado a ingeniosos esfuerzos de modificación, convirtiendo tarjetas de gaming en herramientas útiles para la IA, desafiando la eficacia de las sanciones impuestas por EE. UU.
NVIDIA, a pesar de no participar directamente en el mercado negro, se beneficia de la alta demanda no satisfecha. La empresa ha cedido un porcentaje de sus ingresos de ventas a China al gobierno estadounidense, según informó el _Financial Times_.
El caso de las GPUs ejemplifica cómo la IA se ha convertido en un nuevo campo de batalla tecnológico. La dependencia global de NVIDIA es tal que cualquier restricción o desvío tiene repercusiones a nivel mundial, ampliando el cuadro de un conflicto que va más allá del hardware para situarse en el centro de la geopolítica contemporánea.