NVIDIA ha comenzado a distribuir su nuevo mini PC, el DGX Spark, equipado con el potente GB10 Blackwell Superchip, a socios y primeros usuarios. Aunque originalmente diseñado para tareas de inteligencia artificial, algunos usuarios han decidido poner a prueba sus capacidades en el ámbito de los videojuegos. Los primeros resultados indican que, aunque es posible jugar, se requieren varios ajustes en Linux, herramientas de traducción y una buena dosis de paciencia.
El DGX Spark destaca por contar con un superchip que ofrece una CPU ARM de 20 núcleos acompañada por 6.144 núcleos CUDA y 128 GB de memoria LPDDR5X. Este impresionante hardware lo posiciona gráficamente cercano a una GeForce RTX 5070, pero su rendimiento en juegos está condicionado por la arquitectura ARM. Actualmente, no hay una versión de Windows que soporte plenamente esta plataforma, lo que obliga a los usuarios a optar por Ubuntu/DGX OS y usar un ecosistema de traducción de x86 a ARM.
Uno de los usuarios ha logrado ejecutar «Cyberpunk 2077» a 50 frames por segundo en 1080p con gráficos en calidad media, utilizando Steam en Linux y traduciendo las llamadas x86 a ARM con Box64. Sin embargo, esta experiencia ha demostrado ser inestable y sin las optimizaciones tradicionales como DLSS, lo que pone en entredicho su conveniencia dado su alto precio, que ronda los 4.000 dólares.
Por otro lado, el DGX Spark ha dado buenos resultados en emulación, alcanzando 60 fps estables en juegos de PS3 y Xbox clásica, gracias a las aplicaciones RPCS3 y Xemu. Esto sugiere que el dispositivo puede ser una opción atractiva para aquellos interesados en la emulación, beneficiado por la potencia del GB10 y las mejoras continuas en estos proyectos en Linux.
Como alternativa emergente, el MSI EdgeXpert AI ofrece el mismo hardware y configuración de memoria, pero a un precio de 2.990 dólares. Aunque este modelo tampoco resuelve las limitaciones técnicas impuestas por la arquitectura ARM, reduce la barrera financiera para quienes buscan un mini PC de IA con algunos guiños a los videojuegos.
Hay razones clave por las que el DGX Spark no se considera un PC gaming tradicional: la inexistencia de un soporte nativo de Windows, la ausencia de tecnologías como DLSS en ARM, y el enfoque de su diseño como estación de IA. Esto hace que el dispositivo sea más adecuado para desarrolladores de IA, entusiastas de Linux o empresas que priorizan sus capacidades para IA sobre el entretenimiento.
Para que el DGX Spark pueda competir verdaderamente en el ámbito de los videojuegos, se necesitarían mejoras en el soporte del sistema, optimizaciones específicas para Box64/Proton, y un ecosistema de juegos más accesible y guiado. A pesar de su promisoria capacidad técnica, aquellos que busquen un dispositivo para jugar podrían encontrar opciones más simples y económicas en el mercado.
Este mini PC de NVIDIA es una muestra de la potencia del Blackwell en un formato compacto, capaz de sorprender con rendimientos impresionantes, pero que aún no se posiciona como una opción ideal para gaming convencional. Con futuros desarrollos en software y mayor adopción, podría mejorar, pero por ahora, sigue siendo una máquina de IA con capacidades de juego como una característica secundaria.
