En un mundo cada vez más digitalizado, la protección y el control sobre los datos se han identificado como pilares estratégicos para los próximos años. Un análisis reciente de Object First predice que, para 2026, la seguridad y la soberanía de los datos no solo serán cuestiones técnicas, sino estrategias vitales con implicaciones económicas y geopolíticas de gran envergadura.
La transformación digital y la adopción masiva de la inteligencia artificial han reconfigurado la percepción del valor de los datos. Ya no se trata únicamente de cómo se procesan, sino de quién tiene acceso a ellos. Según Object First, el concepto de “soberanía de los datos” se tornará en un arma estratégica, influyendo tanto en las políticas empresariales como en las decisiones gubernamentales.
Este enfoque fue reforzado en el reciente Digital Sovereignty Summit, celebrado en Berlín a finales de 2025. Con la asistencia de más de 900 líderes institucionales, industriales y académicos, el evento subrayó la urgente necesidad de crear un ecosistema de datos y nube europeo más robusto, que no dependa excesivamente de infraestructuras internacionales.
La inteligencia artificial generativa también está bajo la lupa de la soberanía digital. Tras la rápida adopción de grandes modelos de IA, 2026 verá un énfasis renovado en las soluciones de IA generativa de confianza, alojadas en infraestructuras europeas certificadas. Esta adopción responde a la demanda de modelos de IA trazables, éticos y seguros contra filtraciones o alteraciones de datos sensibles.
Las nuevas regulaciones como DORA, NIS2, y Data Act están en el corazón de este cambio, proporcionando un marco que guiará la gestión y protección de datos en Europa. Daniel Fried, vicepresidente senior EMEA de Object First, resalta que estas normativas no frenan la innovación, sino que la estructuran y hacen confiable, convirtiendo a Europa en un referente de seguridad digital.
La tendencia hacia la adopción de arquitecturas multi-cloud soberanas indica un cambio de paradigma. Las organizaciones, particularmente en sectores regulados como las finanzas y la sanidad, apostarán por una combinación de nubes públicas internacionales, proveedores locales y centros de datos internos. Este enfoque busca equilibrar la innovación con el control sobre los datos críticos.
Object First vaticina que 2026 marcará un punto decisivo en la forma en que Europa gestiona y valora sus datos. La soberanía del dato se presentará no solo como una preferencia, sino como una necesidad estratégica. En un entorno global donde el poder recae en manos de quienes controlan los datos, Europa se posiciona para ser un líder en la seguridad digital, dictando así el curso de la próxima década en materia de tecnología y privacidad.
