El ocio es una parte esencial de la vida. Nos da la oportunidad de desconectar del estrés diario, reducir la ansiedad y mejorar nuestro estado de ánimo. A través de actividades recreativas, no solo recargamos energías, sino que también aprendemos nuevas habilidades, exploramos aficiones y expandimos nuestros conocimientos. Estas actividades son fundamentales para el crecimiento personal y fomentan la creatividad y la autoestima. Sin embargo, para las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades que requieren un gran apoyo, es vital que estas actividades de ocio sean accesibles y adaptadas a sus necesidades específicas.
La implementación de actividades recreativas debe considerar medidas de seguridad apropiadas, así como la sensibilización de la comunidad, la capacitación de facilitadores y la promoción de entornos inclusivos y seguros. Esto garantizará que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar del ocio sin riesgos y con plena participación.
Recientemente, la Dirección General de Infancia, Adolescencia y Juventud ha financiado un proyecto denominado «Creación de Servicios de Ocio Seguro» dirigido a menores y jóvenes con parálisis cerebral y discapacidades similares. Este esfuerzo, apoyado por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, se enmarca dentro del Convenio de Colaboración entre el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la Comunidad Autónoma de Andalucía. Esta iniciativa está financiada a través de Fondos Europeos del Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia.
La garantía del acceso a actividades recreativas seguras es un paso significativo hacia la inclusión social y la promoción de la igualdad. Fortaleciendo el derecho de las personas con discapacidad a disfrutar de una vida plena, se refuerza el compromiso de garantizar un entorno donde todos puedan participar activamente y sentirse valorados. Esto no solo beneficia a los individuos, sino que también enriquece a la comunidad en su totalidad.
Fuente: ASPACE.








