El sueño de Haliburton de conquistar un título de la NBA se desvaneció abruptamente debido a una grave lesión. Durante el partido, el jugador tuvo que abandonar la cancha hacia el vestuario, incapaz de apoyar la pierna y con el rostro marcado por el dolor y las lágrimas. Este desafortunado giro de los acontecimientos dejó a su equipo sin una de sus principales figuras en un momento decisivo de la temporada.
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