La cantante estadounidense deslumbró como la gran estrella en la octava edición del festival madrileño, capturando la atención del público con su talento y carisma. Su actuación se destacó por su energía y la conexión con los asistentes, consolidando aún más su posición en el panorama musical internacional. El evento reunió a numerosos fanáticos y críticas positivas, demostrando la influencia y el atractivo de la artista en el escenario global.
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