El caso de Al Hussein al Bachir Ibrahim, un joven saharaui deportado de España a Marruecos en 2019, ha sido condenado por la ONU, que lo considera una detención arbitraria. Tras su llegada a España huyendo del riesgo de persecución política, Al Hussein fue rápidamente deportado a Marruecos, donde fue arrestado y sentenciado a doce años de prisión por cargos que él afirma son fabricados. La ONU ha pedido su liberación inmediata y reparación por las violaciones de sus derechos humanos. Aunque exoneran a España de la detención arbitraria, se cuestiona su papel en el proceso al no evaluar adecuadamente sus necesidades de protección. El caso resalta las preocupaciones internacionales sobre la persecución sistemática de activistas de derechos humanos saharauis por parte de Marruecos, y subraya la necesidad de una intervención urgente para protección de estos defensores.
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