OpenAI, la influyente empresa detrás de la famosa inteligencia artificial ChatGPT, está dando pasos claros hacia la creación de una infraestructura monumental para la inteligencia artificial (IA). Bajo el liderazgo de Sam Altman, la compañía está desarrollando un ambicioso proyecto para construir megacentros de datos que podrían costar más de 10.000 millones de dólares. Esta iniciativa tiene como objetivo principal garantizar la seguridad nacional de Estados Unidos, al tiempo que se impulsa el avance tecnológico en el campo de la IA.
Desde principios de 2024, Altman ha estado trabajando para formar una coalición de inversores, empresas y figuras políticas que apoyen esta monumental inversión. Las negociaciones con posibles contribuyentes, que incluyen países como Canadá, Corea, Japón y Estados Unidos, están en marcha. A pesar de la sólida colaboración previa con Microsoft, la participación de la compañía en este proyecto aún no está confirmada.
La propuesta de OpenAI abarca la construcción de nuevos centros de datos, plantas energéticas —posiblemente centrales nucleares— y fábricas de chips (FAB), que son esenciales para el desarrollo y la ejecución de sistemas de IA a gran escala. Con la creciente demanda de recursos computacionales, la necesidad de energía y chips se ha convertido en un desafío crítico. Además, la producción de semiconductores requiere grandes cantidades de agua, lo que complica aún más el proyecto.
Uno de los proyectos relacionados es el Stargate de Microsoft, anunciado a principios de año. Este superordenador, que se espera cueste más de 100 mil millones de dólares, está diseñado para satisfacer las necesidades computacionales avanzadas de la IA. Con este proyecto, Microsoft busca posicionarse a la vanguardia mundial en infraestructura para IA, superando incluso a Google y OpenAI.
A medida que las grandes compañías tecnológicas, como Amazon, NVIDIA y Apple, buscan ubicaciones para sus centros de datos, Dakota del Norte ha emergido como un candidato prominente. El estado, conocido por su excedente de energía, se presenta como una solución ideal para satisfacer las crecientes demandas energéticas de estas infraestructuras masivas.
Aunque OpenAI aún no ha revelado detalles concretos sobre la ubicación de sus megacentros de datos, el interés en Dakota del Norte destaca la necesidad de una infraestructura robusta para el desarrollo de IA. La compañía ha subrayado que esta expansión es crucial no solo para el progreso tecnológico, sino también para mantener la seguridad nacional de EE.UU. frente a los regímenes autoritarios que también están invirtiendo en IA.
En un artículo reciente publicado en el Washington Post, Sam Altman enfatizó la importancia de la colaboración entre el sector privado y los responsables políticos para implementar la infraestructura necesaria. Altman argumenta que estas inversiones son fundamentales para que Estados Unidos continúe liderando el desarrollo tecnológico global y para proteger su posición en un campo en rápida evolución.
Con esta iniciativa, OpenAI no solo está apostando por el futuro de la inteligencia artificial, sino también por la seguridad y el liderazgo tecnológico de Estados Unidos en un panorama internacional cada vez más competitivo.
