En el mundo de la inteligencia artificial (IA), OpenAI ha dado un paso significativo al anunciar que su primer chip personalizado estará listo en 2026. Este desarrollo se llevará a cabo en colaboración con Broadcom, mientras que la fabricación quedará a cargo de TSMC. Originalmente, OpenAI había considerado la construcción de una red de fábricas para producir estos chips internamente, pero finalmente optó por aliarse con fabricantes consolidados en el sector.
El creciente requerimiento de capacidad de cómputo necesario para entrenar y operar modelos como ChatGPT ha hecho evidente la dependencia de OpenAI de las GPU de Nvidia. Sin embargo, debido a la alta demanda de estos chips y las complicaciones en su disponibilidad y costo, la compañía ha decidido diversificar sus fuentes. Esto incluye la integración de chips de AMD en su infraestructura, disponibles a través de Microsoft Azure, para mitigar los problemas de suministro que suponen las GPUs de Nvidia. Además, OpenAI continúa explorando posibles acuerdos con otras empresas para ampliar su red de socios.
En cuanto a la función específica del nuevo chip, Broadcom será esencial en el diseño del chip enfocado a tareas de inferencia, crucial en el ámbito de la IA al facilitar la aplicación de aprendizaje para generar resultados. Se anticipa que la demanda de chips de inferencia se incrementará conforme la inteligencia artificial amplíe su campo de aplicación en diversas áreas. Broadcom aporta su experiencia previa en asociación con grandes firmas tecnológicas, mientras que TSMC, líder en la industria de semiconductores, se encargará de la producción.
Con Nvidia manteniendo un sólido control sobre el mercado de chips de IA, OpenAI también ha decidido incorporar la tecnología MI300X de AMD a su arsenal, a través de la nube de Microsoft. El creciente interés de AMD por capturar una mayor cuota de mercado es significativo, con proyecciones de ingresos que alcanzan los 4.500 millones de dólares en 2024 por ventas de chips de IA.
La estrategia de OpenAI de diversificar proveedores está diseñada para reducir la dependencia de un solo fabricante y hacer frente a los desafíos actuales de disponibilidad en el mercado. Además, los costos de cómputo, que incluyen no solo el hardware, sino también electricidad y servicios en la nube, continúan siendo una carga financiera importante, lo que ha impulsado a la empresa a optimizar sus recursos colaborando con actores clave de la industria.
En cuanto a desarrollo interno, OpenAI ha formado un equipo de aproximadamente 20 ingenieros especializados en semiconductores, algunos con experiencia en unidades de procesamiento tensorial de Google, para trabajar en su nuevo chip. Este equipo tendrá un papel crucial al ayudar a adaptar el diseño de los chips a las necesidades específicas de la empresa.
En definitiva, la visión de OpenAI de desarrollar su propio chip mientras mantiene contratos con AMD y Nvidia, podría establecer un nuevo estándar en la industria tecnológica, particularmente a medida que crecen las demandas de procesamiento de la IA. Con el respaldo estratégico de Broadcom y TSMC, la empresa se prepara para alcanzar una nueva ventaja competitiva en 2026, mientras sigue explorando alternativas para consolidarse como líder en el sector de la inteligencia artificial.
