OpenAI, conocida por ser la creadora del famoso ChatGPT y su avanzado modelo GPT-5, ha anunciado una nueva y audaz estrategia en el sector de la inteligencia artificial: la producción de sus propios chips de IA a gran escala a partir del año 2026. Según fuentes del Financial Times, la empresa ha estado colaborando con Broadcom, un destacado fabricante de semiconductores en Estados Unidos, en el diseño de un procesador especializado, firmando un contrato valorado en aproximadamente 10.000 millones de dólares.
Este movimiento estratégico surge en respuesta a dos desafíos clave a los que se enfrenta OpenAI: la creciente demanda de potencia computacional y su dependencia actual de NVIDIA, el líder del mercado con sus codiciadas GPUs H100 y la arquitectura Blackwell.
### De la escasez de GPUs a la autosuficiencia
La decisión de OpenAI no es del todo inesperada. En 2023, Reuters reportó que la empresa estaba considerando el desarrollo de su propio hardware, motivada por las declaraciones del CEO Sam Altman sobre las dificultades en el suministro de GPUs, afectando la rapidez y confiabilidad de sus servicios. En aquella época, OpenAI inició conversaciones no solo con Broadcom, sino también con Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC). Sin embargo, la participación de la fundición taiwanesa en el proyecto actual permanece incierta.
La decisión ha cobrado impulso tras el lanzamiento de GPT-5. Altman ha admitido que la empresa tiene la urgente necesidad de duplicar su capacidad de computación en un plazo de solo cinco meses, para satisfacer la demanda creciente de ChatGPT y sus APIs empresariales.
### Los nuevos “XPUs”
El chip en desarrollo ha sido denominado provisionalmente como «XPU». Este procesador pertenece a la categoría de aceleradores de propósito específico para IA, diseñados para el entrenamiento y ejecución de modelos de lenguaje de gran tamaño, ofreciendo mayor eficiencia que una GPU convencional. Según el Financial Times, OpenAI no tiene planes de comercializar estos chips, sino que serán utilizados exclusivamente en su infraestructura en la nube.
El proyecto podría generar ahorros significativos a medio plazo. Aunque el costo inicial es considerable, al controlar el diseño y la producción del hardware, OpenAI puede optimizar el rendimiento, mitigar problemas de suministro futuros y fortalecer su independencia tecnológica frente a NVIDIA.
### Un mercado dominado por NVIDIA
Este paso de OpenAI se sitúa en un contexto donde NVIDIA sigue liderando la industria. En el segundo trimestre fiscal de 2025, la empresa reportó un aumento del 56% en sus ingresos interanuales, incluso sin vender chips H20 en China debido a restricciones de exportación.
No obstante, los analistas señalan que los chips personalizados, como los XPUs de OpenAI, los TPUs de Google o los Trainium de Amazon, incrementarán su participación en el mercado. Estos desarrollos son especialmente relevantes para los gigantes tecnológicos que buscan controlar su cadena de suministro.
### Estrategia a largo plazo
Este avance subraya una transformación significativa en la industria tecnológica: las grandes compañías de software e inteligencia artificial están evolucionando hacia la producción de hardware. Al diseñar sus propios chips, no solo aseguran capacidad de cómputo, sino también la adaptabilidad de la arquitectura a las necesidades específicas de sus modelos, desde la eficiencia energética hasta la escalabilidad.
El reto ahora es ver si OpenAI podrá ejecutar con éxito un proyecto de esta magnitud en un campo tan complejo como el de los semiconductores, controlado por empresas con un historial consolidado de experiencia. La industria observa con atención, esperando que la innovación de OpenAI traspase los límites conocidos de la inteligencia artificial.
