El ciudadano hispano-ruso Pablo González, conocido como Pavel Rubtsov en el Kremlin, fue detenido bajo la acusación de ser un oficial de la inteligencia militar rusa (GRU), con pruebas obtenidas mediante el sofisticado software de vigilancia Pegasus, desarrollado por NSO Group de Israel. La información recopilada por varios países de la OTAN fue utilizada por la Oficina de Información Interior de Polonia (ABW). González fue arrestado en Polonia y más tarde intercambiado en un canje de prisioneros entre Rusia, EE.UU. y otros países occidentales. Durante su detención, tuvo acceso a las pruebas confidenciales en su contra. Colaboraba como periodista freelance y espiaba para el Kremlin desde 2016, recogiendo información sobre disidentes. El juicio contra González se podría celebrar en ausencia, ya que enfrenta cargos de espionaje que podrían conducir a penas de hasta 15 años de prisión. El caso ha generado controversias políticas en Polonia y cuestiona la capacidad de los medios para desenmascarar a intrusos.
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