Con la llegada del verano, el calor se convierte en un protagonista inevitable en nuestras vidas, y los ventiladores se transforman en aliados indispensables para combatir las altas temperaturas. Sin embargo, hay un detalle crucial que a menudo pasa desapercibido: la dirección en la que deben girar sus aspas para maximizar su eficiencia.
Expertos en física y climatización señalan que la configuración óptima para el verano es hacer girar las aspas en sentido antihorario. Este movimiento genera una corriente de aire hacia abajo, creando una sensación refrescante en el ambiente. Esto se debe a la aerodinámica; el aire en dicha dirección aumenta la evaporación del sudor en la piel, resultando en una sensación térmica más agradable.
En contraste, durante el invierno se aconseja invertir el sentido de las aspas a horario. Así, el ventilador impulsa el aire caliente —que tiende a acumularse en el techo— hacia abajo, mejorando la calefacción de los espacios cerrados.
Los expertos también destacan la importancia de ajustar adecuadamente la velocidad del ventilador. Una alta velocidad es eficaz en días extremadamente calurosos, mientras que una velocidad media es ideal para noches más frescas, evitando corrientes de aire demasiado intensas.
Aunque la mayoría de los ventiladores incluyen un interruptor para cambiar la dirección del giro, no todos los modelos son iguales. Por eso, se recomienda consultar el manual de instrucciones para asegurar su correcto uso.
Con el aumento de temperaturas, conocer y aplicar estos principios no solo mejora la comodidad en casa, sino que también optimiza el consumo energético. De este modo, se contribuye al cuidado del medio ambiente y se reducen los costos de electricidad, un alivio bien recibido por muchos hogares durante la temporada de calor.