El pasado lunes 28 de abril, España vivió un momento crítico al perder el 60% de su red eléctrica —equivalente a 15 gigavatios— en apenas cinco segundos. Este evento desencadenó un apagón que afectó a toda la península ibérica y a algunas regiones del sur de Francia. Hasta ahora, las causas específicas de esta pérdida de energía permanecen desconocidas, aunque expertos sugieren que varios problemas simultáneos pudieron provocar la interrupción.
José Antonio Galdón, decano del Colegio Oficial de Graduados, Ingenieros Técnicos Industriales y Peritos Industriales de Madrid (COGITIM), enfatiza la importancia de evaluar la situación para comprender mejor las necesidades energéticas del país. «Actualmente, existen puntos críticos y necesidades que no pueden ser atendidos por la insuficiencia de redes», advierte. Este apagón, el más significativo en la historia reciente de España, subraya la urgente necesidad de revisar y reforzar la infraestructura energética del país.
Galdón propone que, para evitar futuras crisis, se debe fomentar el uso de energías renovables y construir una red que ofrezca mayor autonomía energética. Además, insta a la implementación de planes de contingencia robustos.
Aunque el sistema eléctrico ya se ha normalizado, persiste la incertidumbre sobre la posibilidad de que un incidente similar se repita. En este sentido, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha prometido tomar las medidas necesarias una vez se determinen las causas del apagón.
Galdón destaca que es fundamental investigar a fondo lo ocurrido. Al ocurrir un colapso de esta magnitud, es común desconectar el consumo para evitar desequilibrios entre la oferta y la demanda. Sin embargo, algo falló en el momento crítico del sistema, lo que provocó una desconexión masiva. «Algo ocurrió en el sistema que no se pudo detener a tiempo y que activó las protecciones en cascada», concluye Galdón, subrayando la necesidad de una revisión exhaustiva de las infraestructuras energéticas del país.