Durante años, mantener los ahorros en cuentas corrientes era una práctica común entre los ciudadanos españoles. Sin embargo, a partir de 2025, se ha observado un cambio significativo en esta tendencia. Cada vez más personas están optando por mover sus fondos hacia alternativas más rentables, como los fondos monetarios, buscando proteger el valor de su dinero frente a la inflación.
Las cuentas corrientes tradicionales ofrecen una rentabilidad anual de aproximadamente el 0,17%, una cifra que apenas combate la erosión causada por la inflación. Esta realidad ha incentivado a muchos a explorar opciones que, aunque no involucren grandes riesgos como el mercado de valores o las criptomonedas, puedan ofrecer un rendimiento más competitivo.
En este contexto, los fondos monetarios han ganado popularidad. Caracterizados por su liquidez y estabilidad, estos fondos invierten principalmente en deuda pública a corto plazo y ofrecen rendimientos que oscilan entre el 2% y el 2,8% anual. Esta rentabilidad, que supera ampliamente la de las cuentas corrientes, convierte a los fondos monetarios en una opción atractiva para quienes desean hacer que su dinero trabaje sin sacrificar liquidez ni asumir riesgos excesivos.
El cambio de tendencia también apunta a una evolución en la cultura financiera de la sociedad española. Cada vez hay más acceso a información y herramientas financieras, lo que facilita la gestión de ahorros desde casa. Además, la escasa remuneración ofrecida por las instituciones bancarias tradicionales ha sido un factor clave en este movimiento hacia opciones más rentables.
Expertos en finanzas sugieren que, ante este nuevo escenario, es prudente diversificar los ahorros: destinar una parte para atender imprevistos y el resto a inversiones seguras y líquidas como los fondos monetarios. Esta estrategia no solo protege el dinero contra la inflación, sino que también proporciona una rentabilidad adicional sin necesidad de asumir riesgos elevados.
La tendencia actual refleja una adaptación a la realidad económica, impulsando a los ciudadanos a manejar sus finanzas de manera más eficiente y consciente, en busca de preservar y aumentar el valor de sus ahorros.