El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha negado haber intervenido en la financiación de Vox, que fue respaldada por un préstamo del banco húngaro Magyar Bankholding (MBH), controlado mayoritariamente por su cercano amigo Lörinc Mèszáros. Durante una intervención en el Parlamento Europeo, Orbán defendió la libertad empresarial en Hungría y remarcó que no se involucra en los negocios de los bancos, destacando que las campañas políticas en Hungría se financian con fondos públicos. Por su parte, Vox, tras una investigación periodística, confirmó el préstamo que ascendía a 6,5 millones de euros para las elecciones generales, aunque resta por aclarar el origen de 2,6 millones utilizados en las municipales. Orbán también expresó su deseo de celebrar con champán si Donald Trump gana las elecciones estadounidenses, vaticinando una rápida acción hacia la paz en Ucrania con Trump en la presidencia.
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