El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha documentado la muerte de 59.725 personas en prisiones del régimen de Bachar al Asad desde el inicio de la revolución siria en 2011, según un comunicado emitido este domingo. De esas muertes, 10.885 casos han sido confirmados con nombres, aunque se sospecha que las cifras reales son significativamente mayores. Las cárceles del régimen, incluyendo la temida prisión de Sednaya, se describen como escenarios de tortura física y psicológica extremas, con miles de detenidos enfrentando brutalidades como palizas, descargas eléctricas y ejecuciones en masa. Tras la caída del régimen y la huida de Al Asad a Rusia el pasado diciembre, han surgido imágenes que certifican estos horrores, instando a la comunidad internacional a exigir justicia para las víctimas mediante juicios supervisados por organismos internacionales en territorio sirio.
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