Concluido Halloween, España se sumerge en noviembre con la celebración del Día de Todos los Santos. Este día, los cementerios se llenan de vida con flores frescas y se honra a los que descansan allí, mientras se distingue del Día de Difuntos que se celebra el 2 de noviembre. La festividad de Todos los Santos, que honra a santos desconocidos, tiene orígenes en el festival celta Samhain, marcado por la llegada del invierno y la conexión entre lo humano y lo espiritual. Aunque los romanos intentaron suprimir este festival, la Iglesia Católica lo reinterpretó en el siglo VIII. En América, Samhain se fusionó con festividades locales, dando lugar a Halloween, que ahora convive pero se diferencia de las ceremonias religiosas del 1 de noviembre.
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