El Schroder International Selection Fund Global Gold ha capturado la atención de los inversores con un impresionante 75% de rentabilidad acumulada en el último año. Este desempeño sobresaliente supera ampliamente el promedio del sector y refleja una rentabilidad media anual del 33% en los últimos tres años, gracias a una estrategia acertada en un momento propicio para el oro.
El precio del oro ha disfrutado de un aumento, impulsado por tensiones geopolíticas, incertidumbre en mercados financieros y su tradicional función como refugio ante la inflación. El fondo ha aprovechado esta coyuntura invirtiendo en gigantes mineros como Newmont, Agnico Eagle, Coeur Mining y AngloGold Ashanti, todas con significativas revalorizaciones recientes. Además, ha implementado una diversificación geográfica clave: más de la mitad de la cartera se centra en Canadá, con un 15% en Estados Unidos y el resto distribuido en Australasia, África y mercados emergentes. Esta diversificación ha propiciado un equilibrio importante frente a la volatilidad.
Para inversores interesados en diversificar y exponerse al oro a través de mineras cotizadas, este fondo ofrece una opción atractiva, evitando la necesidad de comprar y almacenar lingotes físicos. No obstante, cabe recordar que altas rentabilidades suelen traer consigo mayor volatilidad. Las comisiones de gestión del fondo, que varían entre el 1% y el 2% anual, también pueden afectar la rentabilidad, especialmente en años menos favorables.
El fondo brilla no sólo al beneficiarse del alza del oro, sino por su gestión efectiva de la diversificación entre países y empresas mineras, lo cual aporta estabilidad durante correcciones del mercado. Se recomienda considerarlo como parte de una cartera diversificada y equilibrada que complemente otros activos sin dominar el capital total invertido. Esta estrategia podría potenciar el crecimiento y aportar valor a largo plazo en las inversiones.