El mes de octubre es un momento fascinante para observar la migración de diversas aves, y uno de los lugares ideales para disfrutar de este fenómeno es el Peñón del Cuervo, un espacio natural a menudo olvidado en la provincia. Esta formación rocosa, con su istmo arenoso que conecta dos calas, ofrece un paisaje encantador y una biodiversidad notable.
En sus alrededores, se pueden encontrar plantas como la siempreviva malagueña y el oroval, que añaden un toque de interés a la vegetación del área. Flanqueando el peñón, también se halla el barrio de La Araña y su emblemática Torre de las Palomas, lo que enriquece aún más el entorno.
El Peñón del Cuervo actúa como un pasillo natural para las aves migratorias. A medida que estas aves buscan rutas de vuelo eficaces y seguras, concentran su paso en esta estrecha franja de tierra, convirtiéndola en un punto privilegiado para la observación de la migración. Verdecillos, jilgueros, lavanderas blancas y alondras son solo algunas de las especies que se pueden avistar en grandes números durante este periodo.
Además, el lugar es excepcional para observar aves marinas en la Bahía de Málaga. En octubre y noviembre, se puede ser testigo de la magnífica migración de la pardela cenicienta mediterránea, que viaja en grandes bandadas desde el Mediterráneo hacia el Atlántico. Esta es una oportunidad única para los amantes de la ornitología. Las zonas rocosas también son hábitats ideales para especies emblemáticas como la collalba negra y el roquero solitario.
Para llegar, se recomienda buscar ‘Parking Peñón del Cuervo’ en el navegador, que ofrece un aparcamiento gratuito en la N-340. Desde allí, se puede acceder a un sendero que va junto al mar, permitiendo disfrutar del paisaje mientras se busca avifauna.
Los mejores días para observar la migración de paseriformes suelen coincidir con episodios de viento de poniente moderado, que obliga a las aves a mantenerse a menor altura y más cerca de la costa. Por otro lado, los vientos fuertes son ideales para ver aves marinas. Una vez en el sendero, las opciones son diversas: una ruta más llana junto a la costa o una más elevada que asciende hacia un promontorio, desde donde la vista es excepcional.
Desde este punto elevado, se recomienda buscar aves que migran hacia África, que suelen seguir la línea de costa. Con paciencia, es posible observar especies como fringílidos en bandos mixtos. Las alturas también permiten vislumbrar alcatraces y gaviotas cercanas.
El paseo puede extenderse hasta La Araña, donde se encuentra la Torre de las Palomas, ofreciendo nuevas oportunidades de observación, además de unas vistas impresionantes. Durante la invernada, algunas limícolas aprovechan las plataformas rocosas expuestas para alimentarse.
Finalmente, el recorrido se puede completar regresando al aparcamiento, siempre con la mirada atenta al entorno lleno de aves y vegetación. El Peñón del Cuervo no solo es un lugar para observar aves, sino un espacio que invita a conectarse con la naturaleza y disfrutar del espectáculo migratorio que presenta cada año.
Fuente: Diputación de Málaga.