En el cierre del año 2025, la Electronic Frontier Foundation (EFF) se sitúa en un momento de reflexión y transición, tras un año cargado de retos y éxitos en la defensa de los derechos digitales. Con la inminente salida de su líder en 2026, quien ha guiado la organización por 25 años, EFF mira hacia atrás para balancear las batallas libradas en un escenario tecnológico cada vez más hostil hacia la libertad y la justicia.
Fundada en 1990, EFF ha centrado su misión en exigir responsabilidad al gobierno en cuestiones de privacidad y libertad de expresión. Este año, la organización lanzó la campaña «Take Back CTRL», enfocada en contrarrestar las restricciones crecientes que atenazan el espacio digital. Ante regulaciones que exigen verificaciones de edad para acceder a contenido en línea, EFF advierte sobre el riesgo de censura al emplear tecnologías de reconocimiento facial. Estas herramientas, argumenta la organización, funcionan como sistemas de vigilancia que no solo presentan problemas de precisión, sino que también ponen en peligro la seguridad y la libre expresión de los usuarios.
Asimismo, el uso extendido de lectores automáticos de matrículas (ALPR) destaca como otro tema de preocupación. Desde 2013, EFF ha llevado a cabo acciones legales para asegurar la transparencia en el uso de estos dispositivos, que han emergido como verdaderas herramientas de vigilancia masiva. En 2025, la ciudadanía ha comenzado a tomar conciencia sobre el extenso volumen de datos recopilados y los riesgos asociados. En respuesta, EFF ha intensificado sus esfuerzos legales, desafiando políticas en ciudades como San José, California, y colaborando con activistas locales para frenar su implementación en comunidades afectadas.
Cerca de 100 miembros de EFF han invertido sus esfuerzos este año en abordar asuntos que, de no ser atendidos, pueden transformarse en crisis sociales mayores. A través de la constante ayuda de sus donantes y miembros, la organización se mantiene firme en su misión. Pese a los cambios en su liderazgo, EFF continúa dedicándose a la defensa de los derechos digitales, confiando en el respaldo de su comunidad para avanzar en este compromiso. La labor de EFF durante 2025 es un testimonio de su inquebrantable empeño por proteger la justicia y fomentar la innovación en un mundo cada vez más complejo.
