El Parlamento Europeo ha rechazado por un estrecho margen el acto delegado que pretendía identificar productos del Sáhara Occidental como provenientes de «regiones marroquíes», en un acuerdo negociado en secreto entre la Comisión Europea y Marruecos. Aunque la normativa no recabó la mayoría absoluta necesaria para ser impugnada, la votación reflejó un cisma en el Parlamento sobre esta cuestión, con 359 votos a favor de la impugnación, uno menos de los necesarios. Críticos del acuerdo argumentan que permite a Marruecos influir en la legislación de la UE y etiquetar fraudulentamente productos del territorio saharaui, contraviniendo fallos del Tribunal de Justicia de la UE y sin el consentimiento del pueblo saharaui. La votación plantea preocupaciones sobre los derechos de los consumidores y el respeto al estado de derecho en la UE.
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