El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha implementado 81 subidas de impuestos y cotizaciones desde su llegada al poder en 2018 y planea introducir 46 nuevas medidas recaudatorias para 2025. Estas acciones han generado un incremento de la presión fiscal sobre empresas y ciudadanos, según el Instituto Juan de Mariana. La negativa a adaptar los impuestos a la inflación ha aumentado la carga fiscal, acumulando un impacto de casi 42.000 millones de euros. A pesar de las subidas, no se han compensado con reducciones fiscales significativas, y la presión ha contribuido a que España sea el tercer país de la UE con mayor incremento fiscal. El Gobierno justifica estas medidas como parte de una convergencia con estándares europeos, aunque no han logrado reducir el déficit ni la deuda pública.
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