Human Rights Watch (HRW) ha acusado a Israel de llevar a cabo una «limpieza étnica» en la Franja de Gaza, destacando un desplazamiento forzado y sistemático de casi toda su población palestina sin justificación militar razonable. En un informe detallado, la ONG califica estas acciones como crímenes de lesa humanidad, subrayando que 1,9 millones de personas, el 90% de los residentes de Gaza, han sido desarraigadas. HRW insta a la comunidad internacional, incluidos países como Estados Unidos y Alemania, a suspender la asistencia militar a Israel y condenar estos actos como crímenes de guerra. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, se reporta la muerte de más de 43.500 personas y la destrucción de gran parte de la infraestructura civil. HRW advierte que las condiciones impuestas por Israel complican o imposibilitan el retorno de los desplazados.
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