El escenario político en Ecuador enfrenta una segunda vuelta electoral definida por el miedo y el rechazo, donde los votantes indecisos deberán elegir entre Luisa González, del partido Revolución Ciudadana, liderado por el ex presidente Rafael Correa, y el actual mandatario Daniel Noboa Azín, del partido ADN. Las campañas no solo se ven influenciadas por el descontento y la polarización, sino también por el temor a la desdolarización y los problemas estructurales del país. La elección negativa, caracterizada por la preferencia del «mal menor», se ha convertido en una constante en Ecuador, acentuada por el descontento hacia las administraciones pasadas y presentes. Además, el papel crucial del 5,24% de votantes que respaldaron a Leónidas Iza, de Pachakutik, refleja la relevancia de la identidad y las reivindicaciones indígenas en este contexto electoral. A pesar de la incertidumbre y el temor, el país observa cómo los candidatos intentan abordar el espanto de los votantes en su búsqueda por la presidencia.
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