El presidente Gustavo Petro había delegado temporalmente las funciones presidenciales al ministro del Interior, Armando Benedetti, en un decreto que inicialmente pasó desapercibido pero fue posteriormente publicado en el Diario Oficial. Sin embargo, Petro desmintió esa decisión y reafirmó que Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud, asumiría las funciones durante su viaje a China. Jaramillo, un aliado cercano de Petro y figura notable de la izquierda, contrasta con Benedetti, quien enfrenta acusaciones legales y tensiones internas con la canciller Laura Sarabia. Esta resolución de liderazgo ocurre en un contexto crítico, mientras el Senado discute reformas laborales y la elección de un nuevo magistrado de la Corte Constitucional, lo que refleja las complejas dinámicas políticas del gobierno de Petro.
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