En el pueblo suizo de Porrentruy, las autoridades han generado polémica al limitar el acceso a su piscina municipal únicamente a ciudadanos suizos o residentes con permiso de trabajo. Esta medida, adoptada por el Concejo Municipal y el Sindicato Intercomunal del Distrito, busca controlar la alta afluencia de visitantes debido a las olas de calor, pero ha suscitado críticas por su potencial discriminatorio, especialmente contra franceses, comúnmente presentes dado la proximidad fronteriza. Aunque las autoridades locales defienden la decisión como necesaria para mantener el orden y seguridad, expertos legales y organizaciones contra el racismo han cuestionado su constitucionalidad. Se espera que la medida, vigente hasta el 31 de agosto, sea debatida en próximas reuniones gubernamentales.
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