Los vecinos de la calle Joan Crespí en Palma descubrieron que la placa con el nombre de la vía, desaparecida hace meses, ha reaparecido colgada en un balcón cercano. La placa, dedicada al misionero franciscano mallorquín, fue grabada por un residente, generando una mezcla de incredulidad y humor entre la comunidad. Algunos ven el acto como una broma de fiesta, mientras otros especulan que el residente del balcón podría llamarse Joan Crespí. La falta de señalización ha causado problemas a repartidores y servicios de entrega, que enfrentan errores y retrasos. No hay denuncia formal, pero el Ayuntamiento podría investigar el incidente por posible infracción administrativa.
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