La tecnología de localización y vigilancia ha impregnado la experiencia de conducción, creando un escenario inquietante para la privacidad de los usuarios. Más allá de las tecnologías externas como los lectores de matrículas, muchos automóviles cuentan con servicios conectados a Internet, que van desde el seguimiento por GPS hasta los avisos de cambio de aceite. En este contexto, una nueva ley propuesta en California, que requiere la inclusión de seguimiento por GPS en matrículas digitales, ha levantado serias preocupaciones entre defensores de la privacidad.
El año pasado, varias organizaciones de defensa de la privacidad, así como grupos dedicados a la lucha contra la violencia doméstica y de derechos LGBTQ+, se unieron para oponerse al uso de tecnología habilitada para GPS en matrículas digitales. La propuesta original, conocida como A.B. 984, fue impulsada por la asambleísta estatal Lori Wilson y patrocinada por la compañía de matrículas digitales Reviver. Inicialmente, permitía la instalación de rastreadores GPS en matrículas digitales de vehículos particulares, pero tras intensas negociaciones, se logró prohibir este tipo de seguimiento. El gobernador Newsom firmó finalmente A.B. 984, en una victoria para los defensores de la privacidad.
Sin embargo, menos de dos años después, Reviver y la asambleísta Wilson han presentado la A.B. 3138, que revierte los avances conseguidos en 2022 y pide explícitamente la inclusión del seguimiento por ubicación en las matrículas digitales de vehículos de pasajeros.
Los riesgos para los consumidores podrían ser mayores que nunca. La posibilidad de que personas que viajan a California desde estados donde el aborto está penalizado queden expuestas al seguimiento de sus viajes hacia clínicas de salud podría tener consecuencias desastrosas. Asimismo, padres no apoyadores de jóvenes queer podrían utilizar matrículas con GPS para vigilar sus desplazamientos hacia centros de apoyo o eventos. La situación se torna aún más alarmante con la mención de cómo la tecnología de seguimiento podría ser usada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para localizar inmigrantes.
Además, en contextos de violencia doméstica, el seguimiento GPS ha demostrado ser utilizado como herramienta de abuso por parejas violentas, poniendo en riesgo a muchas víctimas que buscan escapar de situaciones peligrosas. Recientemente, dos familias en Kansas City han demandado a una compañía de rastreo tras un trágico incidente en el que esta tecnología jugó un papel en un asesinato-suicidio.
La lucha contra la A.B. 3138 se intensifica, y la Electronic Frontier Foundation (EFF) ha instado al órgano legislativo a rechazar esta propuesta. Reviver, única empresa autorizada para vender matrículas digitales en California, ha enfrentado críticas por una brecha de seguridad que permitió a hackers rastrear vehículos en tiempo real. Además, el estado de Michigan canceló su contrato con Reviver debido a incumplimientos, obligando a 1,700 conductores a regresar a matrículas tradicionales.
A.B. 3138 no solo limita las opciones para los conductores de matrículas digitales, sino que también subraya la falta de confianza en una empresa que ha fallado en la protección de datos sensibles. Los legisladores californianos deben considerar cuidadosamente los peligros que conlleva el rastreo de vehículos y la capacidad real de Reviver para proteger esta información, especialmente para las poblaciones vulnerables.