En un movimiento que provoca preocupación por la invasión a la privacidad, los partidos de centro-derecha en Bruselas han respaldado una propuesta que permitiría el control masivo de mensajes privados. Esta iniciativa, que ha generado un intenso debate sobre las libertades civiles, podría afectar drásticamente las comunicaciones, incluso entre adolescentes y sus padres.
El Comisario de Asuntos de Interior de la UE, Magnus Brunner, presentó esta propuesta al Parlamento Europeo el 4 de diciembre, defendiendo medidas que impactan profundamente las libertades personales. Pese a las críticas de figuras como Jens Spahn, líder del grupo parlamentario de la CDU/CSU en Alemania, quien comparó el escaneo sin sospechas de chats con el «abrir cartas» de manera indiscriminada, los gobiernos liderados por el centro-derecha en Berlín y Viena han asegurado una mayoría de apoyo a esta controvertida legislación.
La legislación permitiría a gigantes tecnológicos como Meta o Google examinar mensajes privados de manera masiva, delegando así el monopolio estatal de la aplicación de la ley a corporaciones privadas. Esta situación plantea preguntas sobre la privacidad y el papel del estado, ya que la revisión de chats estaría a cargo de algoritmos potencialmente defectuosos de Silicon Valley en lugar de jueces imparciales.
Además, la normativa introduce una verificación de edad obligatoria para la creación de cuentas de mensajería, poniendo fin al anonimato digital. Esto podría silenciar a los denunciantes de corrupción y complicar el periodismo de investigación, al tiempo que agrava el riesgo de hackeos y robos de identidad, creando una nueva carga burocrática para empresas tecnológicas.
La propuesta también busca restringir el acceso de menores de 17 años a aplicaciones, en un intento de protegerlos del «cyber grooming». Sin embargo, esta regulación podría impedir que los adolescentes se comuniquen incluso con sus padres o maestros, ignorando el derecho y conocimiento de los padres en la crianza de sus hijos.
En resumen, mientras la Asociación de Investigadores Criminales de Alemania advierte sobre la posible sobrecarga que implicaría revisar informes automatizados de chats, el Parlamento Europeo aboga por limitar la vigilancia a sospechosos reales. Sin embargo, el apoyo de Berlín será crucial para definir el resultado final de esta legislación, que desafía los valores constitucionales y la privacidad individual al sugerir un modelo de vigilancia masiva y paternalismo estatal.
