Más de 1.600 millones de personas enfrentan la carencia de viviendas adecuadas a nivel mundial, en un contexto donde ser propietario se convierte en una meta cada vez más inalcanzable para las generaciones nuevas. Este fenómeno se ve reflejado en el aumento de quienes residen en apartamentos más reducidos. Las dificultades para adquirir una vivienda se agravan frente a un mercado inmobiliario que ofrece perspectivas cada vez más restrictivas y costos elevados, contribuyendo a una crisis habitacional global.
Leer noticia completa en El Pais.