Rusia representa una amenaza a largo plazo por sus intenciones agresivas y su disputa estratégica sobre el orden de seguridad, según un informe del Instituto Francés de Relaciones Internacionales. Europa, con su potencial industrial y militar, puede prepararse para defenderse de un posible ataque ruso para 2030, siempre que apoye a Ucrania y mantenga la unidad de la OTAN. El general Alexander Sollfrank advirtió sobre la capacidad de Rusia para ataques regionales limitados. La situación se agrava por la inferioridad terrestre europea, aunque cuenta con superioridad aérea y naval. Europa enfrenta el desafío de reforzar sus defensas y cohesión interna mientras lidia con la creciente debilidad económica de Rusia, que busca nuevas esferas de influencia y se enfrenta a dificultades económicas y políticas.
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