La visita de los Reyes Felipe VI y Letizia a la Abadía de Montserrat en junio provocó fuertes críticas hacia los responsables del monasterio benedictino. El desplazamiento a este emblemático lugar de la Iglesia catalana generó descontento en algunos sectores, que cuestionaron la recepción de los monarcas en un sitio tan simbólico. La polémica evidenció las tensiones persistentes en torno a la interacción entre instituciones nacionales y tradicionales en Cataluña.
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