La Justicia polaca ha denegado la extradición del ucraniano Volodimir Zhuravliov, solicitada por Alemania, por su presunto vínculo con el sabotaje al gasoducto Nord Stream en 2022. El tribunal de Varsovia argumentó que Alemania carece de jurisdicción sobre las aguas internacionales donde ocurrió el incidente y criticó la escasa información proporcionada por las autoridades alemanas. El juez polaco, Dariusz Łubowski, defendió el acto como legítimo en el contexto de la guerra de Ucrania y afirmó que los soldados ucranianos no cometen sabotaje al debilitar a un enemigo agresor. El gobierno polaco, encabezado por Donald Tusk, se manifestó satisfecho con la decisión, considerándola como un cierre del caso, y el ministro de Asuntos Exteriores, Radosław Sikorski, ofreció asilo a Zhuravliov. Mientras tanto, la Fiscalía alemana sospecha que un grupo ucraniano planeó el atentado, aunque Ucrania niega su implicación. La situación genera tensión en las relaciones entre Alemania y Polonia, con un trasfondo de descontento nacionalista.
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