El programa Orka, destinado a modernizar las Fuerzas Armadas de Polonia, ha optado por la oferta sueca de submarinos A26 fabricados por Saab, fortaleciendo la cooperación entre ambos países. Este contrato, que supone una inversión de 1.300 millones de euros, desplazó a competidores como Navantia y ThyssenKrupp. La construcción se realizará en Suecia con participación polaca, en un contexto donde Suecia se consolida como socio en defensa en el Báltico, remarcado por la decisión polaca ante crecientes desafíos de seguridad. Aunque el A26 presenta avances tecnológicos significativos, existen preocupaciones por demoras y sobrecostes en su fabricación. Polonia busca no solo mejorar su flota, sino también desarrollar capacidades industriales internas para el mantenimiento y modernización a largo plazo, en un movimiento que refleja no solo necesidades tácticas, sino también políticas estratégicas.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.



