La política polaca vive una compleja transformación tras el éxito electoral de Donald Tusk y su Coalición Cívica, quienes, junto a alianzas con Lewica y Tercera Vía, lograron desbancar al nacionalpopulista partido Ley y Justicia (PiS) en 2023. Con una participación histórica del 74.4% en las legislativas, Tusk enfrenta el desafío de restaurar el Estado de derecho erosionado durante el mandato del PiS. Sin embargo, su labor choca con el poder de veto del presidente Andrzej Duda, también del PiS, complicando la gobernanza. A pesar de avances en la independencia judicial y la recuperación de medios públicos, la polarización es intensa, y políticas continuistas marcan su gestión, más aún con las próximas elecciones presidenciales que vislumbran un enfrentamiento crucial para el futuro del país y su política exterior, en un contexto internacional también tenso.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.