En Estados Unidos, las obras protegidas por derechos de autor pasan al dominio público al cumplirse 95 años desde su publicación inicial. Este cambio permite un acceso más amplio a la cultura y la historia, facilitando que trabajos literarios, artísticos y musicales puedan ser utilizados, compartidos y reinterpretados sin el requerimiento de solicitar permisos o pagar regalías a los herederos o propietarios originales. Este proceso es parte de un sistema que busca equilibrar la protección de los derechos de los creadores con el interés público de acceder a las obras culturales.
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