En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Polonia, los candidatos Rafał Trzaskowski y Karol Nawrocki se disputan la sucesión de Andrzej Duda en un contexto tenso e impredecible descrito por Marcin Duma, director del IBRiS. Trzaskowski, liberal y alcalde de Varsovia, compite contra Nawrocki, historiador sin experiencia política respaldado por el partido Ley y Justicia (PiS). Duma advierte sobre posibles crisis institucionales si alguna de las partes impugna los resultados electorales, dada la falta de independencia percibida de la Corte Suprema. Con votantes movilizándose masivamente y un ambiente político polarizado, el resultado sigue siendo incierto, especialmente considerando la participación de abstencionistas y la desconfianza en encuestas por parte de algunos votantes de derecha. Las cifras sugieren una ligera ventaja para Trzaskowski, pero la falta de claridad refleja una profunda división en el electorado polaco.
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