En un mundo que avanza rápidamente hacia la digitalización, la seguridad cibernética se ha convertido en una preocupación central. Con costos por cibercrimen que alcanzan cifras astronómicas, los proveedores de servicios SASE (Secure Access Service Edge) se enfrentan al reto de proteger entornos distribuidos y cumplir normativas locales complejas. Este desafío es especialmente crítico en regiones como el Sudeste Asiático, Oriente Medio, África y Latinoamérica, donde el despliegue rápido y seguro de infraestructuras edge es vital.
Si bien las tecnologías SASE acercan los servicios al usuario final, los verdaderos obstáculos no son tecnológicos, sino operacionales. Las regulaciones sobre residencia de datos, restricciones en transferencias transfronterizas y requisitos de licencias de telecomunicaciones son algunos de los desafíos que pueden retrasar la implementación de nuevos puntos de presencia (PoP) por meses.
Frente a esto, compañías como Zenlayer adoptan un enfoque que integra el cumplimiento normativo desde el diseño de su infraestructura edge. Con presencia en más de 50 países, Zenlayer ofrece un ecosistema robusto que abarca desde la selección del sitio hasta el soporte técnico en sitio, siempre alineado con estándares internacionales como ISO y SOC.
El éxito de estos despliegues no solo depende de la tecnología empleada, sino también de colaboraciones estratégicas con ISPs, proveedores cloud y operadores de centros de datos como Equinix o Digital Realty. Estas asociaciones facilitan el acceso a redes locales de alto rendimiento y mitigan riesgos regulatorios.
En el Sudeste Asiático, Zenlayer cuenta con 60 centros de datos y más de 180 nodos edge, permitiendo activaciones en países con estrictas leyes de localización de datos. En Oriente Medio y África, la infraestructura estratégica en ciudades como Dubái y Nairobi compensa la falta de recursos cloud, mientras que en Latinoamérica, nodos en ciudades como São Paulo y Ciudad de México soportan la digitalización acelerada a pesar de los desafíos de conectividad.
El cumplimiento normativo se presenta como una ventaja competitiva, acelerando ciclos de venta y aprobación interna, permitiendo a las empresas operar con confianza en infraestructuras legales y reconocidas.
Así, la agilidad en los despliegues SASE no depende solo de la tecnología, sino de una plataforma que comprende las regulaciones locales y opera eficientemente en terreno. Con soluciones diseñadas para cumplir normativas locales, proveedores como Zenlayer permiten a las empresas lanzar servicios en nuevos mercados sin comprometer rendimiento, seguridad ni conformidad legal.
En definitiva, el edge no es solo el futuro del cloud, sino una clave esencial para el éxito operativo presente.
