En un reciente y controvertido movimiento, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos ha reactivado un contrato de dos millones de dólares con Paragon Solutions, una empresa especialista en ciberespionaje conocida por su software maligno. Este desarrollo ha suscitado serias preocupaciones respecto al uso potencialmente indebido de su malware «Graphite», el cual ya ha sido señalado en Italia por su empleo en el espionaje de periodistas y figuras de la sociedad civil, incluidos trabajadores humanitarios.
La renovación del contrato tuvo lugar después de que AE Industrial Partners, una firma de capital privado con sede en Miami, adquiriera la división estadounidense de Paragon. Posteriormente, esta fue fusionada con una empresa de ciberseguridad en Virginia, lo que permite a ICE sortear una orden ejecutiva que impide la adquisición de spyware por parte de entidades controladas por gobiernos extranjeros. Aunque la orden instauraba una barrera para la adquisición de spyware peligroso, no logra evitar completamente este tipo de situaciones.
Este avance plantea graves riesgos, como el uso indebido del malware por parte del gobierno estadounidense o el potencial espionaje a funcionarios por empleados de Paragon. La insuficiencia de salvaguardias legales robustas inspira temores de que eventos similares a los ocurridos en Italia puedan replicarse en otras jurisdicciones.
Ante esta situación, se recomienda a los usuarios en Estados Unidos que revisen sus estrategias de seguridad y consideren tomar medidas adicionales para protegerse. Aunque el software espía es potente, depende de vulnerabilidades específicas para afectar dispositivos que están actualizados. Se aconseja mantener los dispositivos móviles con las últimas actualizaciones de seguridad y activar funciones de protección avanzada, como el modo de bloqueo en iPhones o su equivalente en Android. Asimismo, el uso de mensajes autodestructibles puede ayudar a minimizar riesgos si alguna cuenta llega a ser comprometida.
Este escenario subraya la importancia de estar vigilantes y adoptar buenas prácticas de seguridad para proteger la información personal en una era donde el espionaje digital es una amenaza creciente.