Las reservas de agua en los embalses de Cataluña continúan en descenso, alcanzando un promedio del 27,3% pese a las lluvias otoñales y el fin de la temporada de riego. Especial preocupación genera el sistema Ter-Llobregat, que abastece al 80% de la población entre Barcelona y Girona, con niveles actuales al 28,8%, cercanos al estado de excepcionalidad. En el Priorat, la situación es crítica con el embalse de Riudecanyes al 1,6% y severas restricciones vigentes. La comarca del Alt Empordà permanece en emergencia al 17% de capacidad. Pese a que las reservas son superiores al año pasado, se teme un agravamiento de la sequía. En respuesta, la Generalitat ha anunciado medidas de 99 millones de euros, incluyendo la puesta en marcha de nuevos pozos y ampliación de potabilizadoras para 2025, con el fin de evitar futuras emergencias.
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